09 octubre, 2025 / Laboral

La nulidad en los despidos: lo que las empresas deben saber

En el día a día de una empresa, tomar la decisión de despedir a un trabajador nunca es fácil. Más allá del impacto humano y organizativo, es una medida que conlleva importantes riesgos legales. Entre ellos, uno de los más delicados es el despido declarado nulo, una situación que puede suponer un auténtico quebradero de cabeza para la compañía.

1. ¿Cuándo se declara un despido nulo?

El despido se considera nulo cuando vulnera derechos fundamentales del trabajador o afecta a colectivos especialmente protegidos por la ley. No se trata de una simple irregularidad formal: hablamos de una medida que los tribunales castigan con la máxima severidad. Algunos supuestos frecuentes son:

  • Despedir a una trabajadora embarazada o en baja de maternidad/paternidad.
  • Despedir a un trabajador durante una reducción de jornada por cuidado de hijos.
  • Despidos con motivaciones discriminatorias (sexo, edad, enfermedad, afiliación sindical).
  • Despidos como represalia tras una reclamación laboral o denuncia.
  • Despedir a un empleado que está de baja médica sin acreditar una causa objetiva real y ajena a la enfermedad.

2. Consecuencias para la empresa

Cuando un juez declara la nulidad de un despido, las consecuencias son inmediatas y contundentes:

  1. Readmisión obligatoria del trabajador en su puesto de trabajo.
  2. Pago de todos los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la reincorporación.
  3. Indemnizaciones adicionales por daños morales, que cada vez se reconocen con más frecuencia.

3. Ejemplos reales recientes

Los tribunales han ido consolidando esta doctrina con casos muy ilustrativos:

  • Una clínica privada fue condenada a readmitir a una trabajadora con cáncer despedida mientras estaba de baja y a abonarle 12.000 € en concepto de daños morales.
  • Una empresa de servicios en Alicante tuvo que readmitir a varios empleados despedidos tras un cese fraudulento, además de pagarles 10.000 € adicionales a cada uno.
  • Un trabajador despedido tras denunciar irregularidades a Inspección de Trabajo obtuvo la nulidad y una compensación de 15.000 € por daños morales.
  • En Albacete, una empresa que despidió a un empleado en situación de baja médica por accidente fue condenada a readmitirlo y a pagarle 7.500 € adicionales.

Lo habitual es que estas indemnizaciones se sitúen entre 7.500 € y 15.000 €, aunque en situaciones graves y excepcionales los importes pueden ascender hasta 225.000 €.

4. Consejos para prevenir riesgos

La mejor forma de evitar un despido nulo es anticiparse y actuar con cautela. Algunas recomendaciones clave para las empresas son:

  • Valorar siempre alternativas al despido, como la recolocación o la adaptación del puesto.
  • Revisar si el trabajador pertenece a un colectivo protegido (embarazo, baja médica, reducción de jornada).
  • Documentar con detalle la causa del despido: informes, sanciones previas, comunicaciones internas.
  • Evitar decisiones que puedan interpretarse como represalia ante reclamaciones o denuncias.

En conclusión, el despido nulo es la peor de las opciones para una empresa: obliga a readmitir al trabajador, pagar salarios de tramitación e incluso indemnizaciones adicionales que pueden suponer un gran impacto económico. La clave está en prevenir, actuar con rigor legal y evitar despidos en situaciones especialmente sensibles, como el embarazo o la baja médica. Solo así se minimizan los riesgos y se protege tanto a la empresa como a sus trabajadores.

Autor: Raúl Menor – Área Laboral 

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