11 diciembre, 2025 / FISCAL

Póliza de crédito vs. Préstamo: ¿Cuál conviene a tu empresa?

1. Introducción: instrumentos habituales de financiación

Cuando una empresa o un autónomo necesita financiación, suele encontrarse con dos instrumentos muy habituales: la póliza de crédito y el préstamo. Ambos permiten acceder a recursos financieros, pero su naturaleza y finalidad son distintas. Conviene analizarlas con detalle para elegir la opción más adecuada en cada caso.

 

2. La póliza de crédito

La póliza de crédito es un mecanismo de financiación a corto plazo que ofrece gran flexibilidad. La entidad financiera pone a disposición de la empresa una cantidad de fondos que puede utilizar total o parcialmente según sus necesidades de liquidez.

El coste depende del importe efectivamente dispuesto y del tiempo que se tarda en devolverlo. Además, pueden existir comisiones asociadas al saldo no utilizado.

 

Su principal ventaja es que se adapta a la realidad cambiante de la tesorería, permitiendo cubrir desfases puntuales entre cobros y pagos. Sin embargo, también presenta riesgos: la entidad puede decidir no renovarla si detecta un uso inadecuado, y un límite de crédito mal planificado puede encarecer el coste o generar comisiones adicionales.

En definitiva, la póliza de crédito es idónea para financiar el circulante en momentos puntuales de falta de liquidez, especialmente en negocios con ingresos estacionales o fluctuantes.

 

3. El préstamo

El préstamo es un instrumento de financiación a largo plazo. La empresa recibe la totalidad de los fondos desde el inicio y se compromete a devolverlos en cuotas periódicas con intereses.

Su principal ventaja es que permite disponer de una suma importante de dinero de manera inmediata, lo que facilita acometer inversiones en inmuebles, maquinaria o equipo productivo. Los trámites suelen ser más simples que en otros instrumentos y, en algunos casos, se pueden pactar periodos de carencia en los que solo se pagan intereses.

 

No obstante, el préstamo exige definir desde el inicio el importe exacto, justificar la finalidad de los fondos y aportar garantías. Estas condiciones pueden dificultar el acceso a determinadas empresas. Aun así, es la herramienta más adecuada para financiar proyectos de inversión que buscan consolidar o ampliar la capacidad productiva.

 

4. Conclusión: elección según la necesidad financiera

La elección entre póliza de crédito y préstamo depende de la naturaleza de la necesidad financiera.

Si se trata de cubrir desfases temporales de liquidez, la póliza de crédito es la opción más eficiente, ya que ajusta el coste al uso real de los fondos.

Si la finalidad es adquirir activos o realizar inversiones de mayor envergadura, el préstamo resulta más apropiado, pues ofrece estabilidad y planificación a largo plazo.

En ambos casos, es esencial analizar con rigor las condiciones ofrecidas por la entidad financiera y valorar cómo se ajustan a la situación concreta de la empresa. Solo así se garantiza que la financiación elegida contribuya al crecimiento y sostenibilidad del negocio.

 

Autor: Jose Luis Sanchez – Área fiscal

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